Bell Indret es un proyecto residencial ubicado en una parcela rectangular con una pendiente que ofrece vistas panorámicas a la Sierra de Collserola y el Tibidabo. El diseño del hogar incorpora volúmenes definidos para crear espacios tanto interiores como exteriores, adaptándose a las estaciones del año.

El núcleo central de la casa es un espacio único que incluye jardín, porche, piscina climatizada, zona de barbacoa, salón, comedor, cocina y despacho. La conexión entre interior y exterior se logra mediante amplias vidrieras y puertas de madera, creando un ambiente espacioso y acogedor, perfecto para recibir invitados durante el verano.

La distribución de la casa prioriza el uso en una sola planta, con habitaciones en la planta superior y estacionamiento para cuatro coches en el semisótano. Se destaca una terraza privada junto a la cocina, ideal para momentos de tranquilidad.

El acceso principal a la vivienda es a través de una puerta de grandes dimensiones que conduce a un espacio de doble altura, destacando una escalera de hormigón prefabricada como elemento central. La iluminación natural es aprovechada al máximo, con marquesinas orientables para controlar la entrada de luz.

La cocina, con una isla central, se presenta como el corazón de la vida diaria, ofreciendo un espacio versátil para diversas actividades familiares. En la planta superior se encuentran más dormitorios, un segundo despacho y áreas de reunión familiar.

La casa incorpora principios de sostenibilidad, con sistemas de recogida de aguas pluviales para riego y placas solares para generar energía, además de materiales aislantes de última generación para mejorar la eficiencia energética del hogar. El uso de paneles prefabricados de hormigón armado permitió espacios más diáfanos sin comprometer el diseño.